En búsqueda de un ambiente diferente a una sala de espera convencional, se complementa el espacio con un tocadiscos y un carrito de bar propiciando así el encuentro y generando una espera más amena e interactiva. Se usa una baldosa hidráulica en cemento hecha a mano por proveedores nacionales con un diseño de ARQ medios, dándole más personalidad al espacio.
Este espacio funciona como un autoservicio, con electrodomésticos que facilitan el uso del espacio como grandes neveras y lavaplatos eléctricos. Mesones grandes donde se puede comer y trabajar, se busca con esto que en la cocina puedan haber varias dinámicas al mismo tiempo. El mural que recubre la cocina fue hecho por un artista local específicamente para el proyecto.
Se diseñan puestos de café y snacks ubicados estratégicamente para permitir a los empleados acceder a ellos sin tener que recorrer toda la oficina. Se enchapa el muro con un ladrillo tradicional bogotano rústico haciendo énfasis en su textura con una iluminación cálida. Los mesones están hechos en Corian, material que permite modificarlos fácilmente, hacer empates imperceptibles y tener un mantenimiento que facilita la remoción de manchas y rayones.
Islas sin divisiones entre puestos de trabajo ubicadas en un gran espacio abierto, donde cada empleado cuenta con monitores y portatiles, todo el almacenamiento se da en lockers ubicados en otros lugares del proyecto. Con mobiliario en tonos neutros de acuerdo a la imagen corporativa, facilitando también así en un futuro modificarlos sin dificultades.
En el proyecto se incluyen muchas zonas de estancia, descanso y recreación, siguiendo las indicaciones del confort que requiere la empresa para sus empleados, se diseñan y amueblan estos espacios con el fin de generar espacios de encuentro, relajación y sobre todo lugares diferentes para incentivar las pausas activas y diferentes modalidades de trabajo.